AJMADINEYAD, EL ENEMIGO DEL CINE

Escena del film de Rasouloff

CANNES, FRANCIA. Festivales como el de Cannes deberían repudiar con un anti-premio a tiranos como Mahmud Ajmadineyad, el presidente de Irán, quien condenó el pasado año a dos de los realizadores de cine más talentosos de ese país, a 6 años de cárcel y 20 años de inhabilitación para filmar o salir del territorio nacional.
El modelo, sacado del libro de texto de Iosif Visarronovich Stalin "Para una represión más eficiente a los intelectuales" (bueno, eso no existe, pero es como si existiera; no hizo falta que lo escribiese), habla de la amplitud de miras de los perros, de cómo ladran en las noches de luna llena, y de cuánto cuesta ser dueño de la libertad, del poder hablar sin miedos o crear sin tener que pensar en lo que pensarán de tí, de en cuantos moles o centímeros le has sido fiel o no.
Pero del lobo un pelo, al menos festivales como el de Cannes sirven para dar a conocer la obra de directores como Mohammad Rasoulof o Jafar Panahi, en lo que pudiera llamarse Un cierto apoyo moral. Del primero de ellos se pasa en Un certain regard, el filme "Be omid e Didar". Suyo fue también "Jazireh ahani", largometraje seleccionado en la Quincena de Realizadores en Cannes, en 2005, que se pasó comercialmente en algunos países. Suyos también son los filmes "Gagooman" (2002), "Baad-e-daboor" (2008) y "Keshtzar haye sepid" (2009), que no han tenido la suerte de verse, a no ser en algunos festivales.
La película de Rasoluf, así como "In film nihist" de Panahi -que se verá el sábado 20 de mayo-, se pasan quizás discretamente; pero vale que se pasen. Aunque sea así. Ambos realizadores comteieron el gravísimo error en su país de -supuestamente- intentar hacer un film contra el gobierno. Ambos cineastas recurrieron las sentencias.
Película de ficción interpretada por Leyla Zareh, Fereshteh Sadreorafai, Shahab Hoseini y Roya Teymorian, "Bé Omid é Didar" narra la historia de una joven abogada de Teherán en busca de un visado que le permita abandonar su país.
Gilles Jacob y Thierry Frémaux, organizadores del festival de Cannes, que ha pasado la película este sábado a las 11:30 am: "Panahi y Rasoulof son cineastas, su gesto nos dice que no pueden evitar rodar. Si hemos escogido estas dos películas es, ante todo, porque son muy hermosas".
Panahi, por su parte, ha expresado en un mensaje que envió a los organizadores del evento: "El hecho de estar con vida y el sueño de conservar intacto el cine iraní nos anima a superar las restricciones actuales a las que estamos sometidos" ha declarado Jafar Panahi en un mensaje dirigido al Festival el pasado 5 de mayo.
"Nuestros problemas son nuestras fortunas", dijo Jafar Panahi en su mensaje. "La comprensión de esta paradoja prometedora nos invita a no perder la esperanza y a continuar nuestro camino. En todos los rincones del mundo siguen existiendo problemas más o menos graves; sin embargo, nuestro deber nos incita a no ceder ni un milímetro y a buscar soluciones".