sábado, 21 de mayo de 2011

LOS BIEN AMADOS CLAUSURARÁ CANNES

Madre e hija, en la vida real y el filme: Chiara y Catherine

CANNES, FRANCIA. Praga en los 60, el Londres de los 80, el mundo del 11 de septiembre del 2001, y el París de hoy, son los sets en los que se movió el equipo de filmación para rodar una historia de amor que comienza en 1963 y concluye en el 2008, que es la que se ve este sábado y se verá mañana en la pantalla principal del Grand Théâtre Lumière, a modo de clausura de esta 64 edición del Festival de Cine de Cannes.
Se trata de la comedia musical "Les Bien-Aimés" (Los Bien Amados), que abarca un amor de 45 años. Y que según su director, el francés Christophe Honoré, "a través de los sentimientos, mi intención era hablar, espero que no de forma demasiado simbólica, sobre dos generaciones con esta idea de que la vulnerabilidad está más bien del lado de los más jóvenes".
La película -8va en la hoja de Honoré-, que se está mostrando fuera de competencia, sigue el camino de "Chansons d' Amour" que presentara el mismo director en este festival en el 2007. En aquel entonces "No pensaba realmente que mi próxima película fuera una comedia musical. Simplemente tenía intención, para agradecer a Alex Beaupain (el autor de la música original de aquel filme), de encargarle una canción", dijo esta mañana a la prensa Christophe Honoré. Pero el entusiasmo fue grande y "finalmente hemos terminado con doce canciones que se integran en la continuidad de la acción".

LOS ACTORES
Para Los Bien Amados, Honoré reservó papeles para sus bien amados actores, aquellos que admira por su historial y su talento. Encabeza el reparto la bien amada leyenda del cine francés Catherine Deneuve -suspiros, suspiros-, quien va acompañada de su hija en la vida real, Chiara Mastroianni, así como Paul Schnider, Ludivine Sagnier, Louis Garrel, Michel Delpech y Milos Forman.
Deneuve asume el rol de Madeleine, la madre de Véra (que encarna Chiara Mastroianni). Ambas cuentan y cantan en la película sus historias de amor. En los 60, Madeleine abandona París para reunirse en Praga con su nuevo marido, Jaromil. La llegada de los tanques rusos marca la separación de la pareja y ella regresa a Francia. En los 90, Véra, la hija de Madeleine, se enamora de Henderson, quien vive en Londres y no se siente capacitado para amarla. Ahí está todo, entre esas pocas palabras ocurre todo en esta película musical que ojalá esté a la altura de lo que ha significado este 64 festival. Y puede que sí, he visto un fragmento y es realmente atrayente.
El director declaró antes del festival a la prensa francesa: "Hay dos historias de amor en mi película, dos amantes, una madre y una hija, ambas incapaces de asumir la soledad de la vida. La primera historia la entiendo como una leyenda. Comienza durante la Edad de Oro del amor, la década de los 60, con la revolución sexual y la liberación de la mujer. La segunda, es la otra cara de la moneda: los años 90 con la irrupción del SIDA y el miedo al compromiso. De este modo, quería examinar la mágica búsqueda de la felicidad de la que ninguno podemos escapar. Para ello, quería recuperar el formato musical que ya había utilizado en otros trabajos anteriores, siempre con la intención de rendir tributo a Jacques Demy, el cineasta que me introdujo en este mundo. Quería aplicarlo nuevamente a un lienzo repleto de emociones, a una historia que se prolonga a lo largo de cinco décadas. Pretendía resaltar, con una lírica alegre y ligera, las vivencias de estos personajes que, inmunes a la nostalgia, extraen su energía de la acción y viven con pasión cada instante. Sus canciones les ofrecen momentos de reposo, un refugio en el que vivir con intensidad".
Dicho y hecho. Los bien amados. Casi en tiempo de bolero.

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