SANTO DOMINGO. Este es el conejo mutante nacido por estos días en Namie a 30 kilómetros de Fukushima, Japón. Ha ocurrido lo que los centíficos nipones nunca hubiesen querido constatar como resultado de la fuga de radioactividad de la planta nuclear: al conejito le faltan las orejas. ¿Y quién ha visto nunca jamás un conejo que nazca sin orejas?
Según muestra el sitio http://www.japansnewstoday.com/ en la zona, los conejos comen hierbas al aire libre. Lo interesante es que la ciudad de Namie se encuentra fuera de los límites de la zona de exclusión. Esto muestra que la radioactividad después del terremoto ha sido mucho mayor que lo esperado.
Mientras tanto, en algunos países europeos los gobiernos han salido corriendo a hacer proyectos para hacer un apagón nuclear, es decir, apagar las plantas nucleares. Pasar a otros modos de generación de electricidad.
Otra noticia de esta mañana es que Alemania cerrará sus centrales nucleares en el 2022, y que pasar a la energía verde le costará al estado 44 mil millones de euros. El consumidor recibirá una factura 6% más cara. No el 8% previsto no para dentro de 10 años en República Dominicana, sino a partir de este mes de junio creo, o de julio.
Pero uno no sabe qué cosa es mejor. Lo de Alemania, el pasar de la energía nuclear a la energía más convencional, es decir, las plantas eléctricas de carbón y gas, hará que aumente la emisión de gases de efecto invernadero en un 9 %, ya que la energía nuclear representa un 23% de lo que se consume actualmente en el país germano.
Hay países como Suecia que han puesto el grito en el cielo.
¿Y nosotros qué?
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